27.10.21

Aprender a cooperar

Cooperar para aprender es una frase que revoluciona la educación, el aprendizaje y la vida tras las aulas. Cooperar para aprender es trabajar en grupo y como un grupo para construir un aprendizaje. Sin embargo, para poder llegar a ese aprendizaje colaborativo se requiere que previamente sepamos aprender a cooperar. Para lograrlo, es necesario que los docentes manejen técnicas, estrategias y recursos que fomenten la cooperación y un verdadero trabajo grupal. Es decir, donde los estudiantes que conforman el grupo conozcan sus fortalezas y debilidades, sepan desempeñar sus roles y puedan realizar la tarea asignada de la manera más productiva posible y con resultados favorables socioemocional como educativamente. Por tal motivo, los docentes tenemos que dejar de seguir agrupando a los estudiantes alfabéticamente, por azar o por afinidad. En lugar de ello, debemos enfocarnos en la finalidad de agruparlos: que aprendan a cooperar. 

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Un aspecto fundamental que nos permite que los estudiantes aprendan a cooperar y logren alcanzar el cooperar para aprender es la planificación de las experiencias de aprendizaje. Para Zariquiey (2019), cuando ya hemos logrado que nuestros estudiantes se sientan cómodos y sean productivos trabajando en equipo es momento de idear y planear tareas para alcanzar el cooperar para aprender. El propone los siguientes pasos:


  1. Diseña una tarea que active sus saberes previos y que les permita procesar esos saberes junto con nueva información que investiguen.

  2. Establece los niveles de ayuda para que así todos los participantes del grupo puedan realizar las actividades que propones en la tarea. Esto es que primero, debes anticipar las posibles dificultades que los estudiantes pueden presentar. Por ejemplo, puedes preparar materiales de apoyo o entregarles recursos bibliográficos. Y segundo, plantea en qué medida cada miembro del equipo ayudará a los otros.

  3. Cooperativiza la dinámica de trabajo. La tarea propuesta debe cumplir con las tres condiciones básicas del aprendizaje colaborativo: interdependencia positiva, participación equitativa y responsabilidad individual. Para ello puedes utilizar las siguientes preguntas y verificar si lo que propones cumple o no: (a) ¿se necesitan para hacer el trabajo?, (b) ¿todos van a poder participar?, y (c) ¿vas a ser capaz de monitorizar el trabajo de cada uno?


En esa misma línea, Landa (2016) nos propone 8 recomendaciones para aplicar el aprendizaje colaborativo en las aulas: 


En efecto, tal como Landa propone, es importante que en el diseño de actividades para el trabajo colaborativo planifiquemos los roles que cada miembro desempeñará. Asimismo, que se les otorgue recursos diferenciados. Esto propiciará que los estudiantes activen procesos como análisis, síntesis, selección de información, priorización, utilicen sus habilidades sociales e intercambien ideas generando nuevos aprendizajes.


Sin embargo, al inicio de nuestra labor docente el diseño de actividades colaborativas eficaces puede resultar un poco abrumador. También puede darse el caso que estamos frente a estudiantes que no se conocen entre sí o que anteriormente no han desarrollado consignas grupales. Ante esta realidad, las "Estructuras simples de aprendizaje cooperativo" de Spencer Kagan son una especie de as bajo la manga. 


¿Qué son las Estructuras simples de aprendizaje cooperativo?

Kagan (2003) las define como formas de configurar la interacción de los alumnos en relación a cualquier contenido. Él ha diseñado 200 estructuras que pueden aplicarse en todas las áreas y para diversos contenidos.

Para la Orientación Andújar (2019) estas son actividades pautadas que facilitan el aprender a cooperar y que se caracterizan por:

  • Ser altamente estructuradas. Cada participante cumple un rol específico y sabe qué es lo que tiene que hacer en todo momento.
  • Orientarse a cumplir objetivos concretos y de corto plazo.
  • Activan procesos cognitivos específicos.
  • Ser de corta duración.
  • Requerir de un bajo nivel de destrezas cooperativas. Son ideales para que los estudiantes aprendan a cooperar.
  • Dirigirse al trabajo con grupos pequeños de 2, 3 y hasta 4 participantes.
  • Requerir que los grupos produzcan un resultado específico.
  • Adaptarse a todos los niveles de educación básica regular: inicial, primaria y secundaria.

Asimismo, estás estructuras plantean que la formación de los grupos debe darse cumpliendo los siguientes requisitos:

  • dos estudiantes promedio
  • un alumno por arriba del promedio
  • un alumno por debajo del promedio
Tal como se aprecia en la siguiente imagen:


Finalmente, habiendo analizado lo propuesto por Zariquiey, Landa y sumado a tu experiencia, ¿cómo consideras que deben ser las actividades de las sesiones de aprendizaje para que los estudiantes logren un aprendizaje cooperativo?

* * *
PD: En el siguiente enlace se puede acceder a un pdf con 12 Estructuras simples de aprendizaje cooperativo: Recurso



Referencias

Aula Planeta. (2015, 7 julio). Cinco consejos para trabajar con grupos en el aula [Infografía]. https://www.aulaplaneta.com/wp-content/uploads/2015/07/INFOGRAF%C3%8DA_5-consejos-para-trabajar-con-grupos-en-el-aula1.png

Gobierno de Canarias. (s. f.). Equipos de composición heterogénea [Gráfico]. http://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/campus/doc/htmls/metodologias/htmls/tema5/_images/image6.png

Kagan, S. (2003). Breve historia de las Estructuras Kagan. Kagan Publishing & Professional Development. https://www.kaganonline.com/free_articles/dr_spencer_kagan/256/A-Brief-History-of-Kagan-Structures 

Landa, V. [PUCP]. (2016, 28 noviembre). Recomendaciones para aplicar el aprendizaje colaborativo en clases - PUCP [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=AAgZcxpwOQM

Orientación Andújar. (2019, 3 septiembre). Estructuras simples Aprendizaje cooperativo de Spencer Kagan. Orientación Andújar - Recursos Educativos. Recuperado 24 de octubre de 2021, de https://www.orientacionandujar.es/2019/09/03/estructuras-simples-aprendizaje-cooperativo-de-spencer-kagan/

4 comentarios:

  1. Un saludo para ti estimada Lourdes. Debo comenzar agradeciendo la propuesta planteada en tus líneas, también estoy convencida que muchos de los que ejercemos la docencia, en algún momento de nuestras sesiones de aprendizaje, incluimos el trabajo colaborativo, pero, después de haberte leído, se ha logrado teorizarlo de la manera más simple y dinámica posible. Y si tuviera que resumir en una palabra este cooperar para aprender, sería, construir.
    Efectivamente el trabajo colaborativo, como modelo de aprendizaje interactivo, invita a los estudiantes a construir juntos, esto significa unir esfuerzos, habilidades y competencias, a través de una serie de negociaciones que les permitan lograr las metas establecidas por el grupo. Y específicamente atendiendo a tu pregunta, considero que lo básico que debemos tener en cuenta antes de proponer, este trabajo colaborativo es la identificación del tema o problema, analizar qué se necesita y qué recursos faltan. Seguido, de como bien mencionaste, se da la generación de saberes previos y de la propuesta en sí. Y, como parte central sería identificar en el reparto de tareas, cuál será el trabajo individual y cuál, el trabajo en grupo. Este último, deberá lograr la integración del trabajo individual, con el resto de miembros, modificarlas si es preciso, todo esto, para lograr la realización del proyecto común.
    Definitivamente este modelo nos enriquece a nosotros y aún más, a nuestros alumnos.

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  2. Concuerdo con la información proporcionada Lourdes. Felicitaciones😊. Justamente, aprender a cooperar es contribuir como miembro de un grupo a construir un equipo que trabaje cooperativamente, que los estudiantes sean capaces de pasar al “yo” al “nosotros”, es decir, va más allá de la individualidad de cada estudiante. Asimismo, me pareció interesante lo propuesto por Zariquiey, debido a que concuerdo con el planteamiento de pasos para el aprendizaje cooperativo, en especial con el paso 3, cooperativizar la dinámica del trabajo, donde mencionan la importancia de las condiciones básicas del aprendizaje cooperativo, dado que la interdependencia positiva es el elemento clave para la realización de los siguientes elementos, como lo es la responsabilidad individual, ya que cada uno tiene que asumir los roles y funciones designadas en el grupo, así como la participación equitativa, donde los miembros del grupo cumplen con el rol asignado, pero a la misma vez ayudan y alientan aquellos miembros que presentan dificultades. Finalmente, respondiendo tu pregunta yo considero que las actividades deben ser trabajadas de la siguiente forma para fomentar el aprendizaje colaborativo en los estudiantes:
    • Establecer las pautas de interacción para la realización de la actividad en grupo.
    • Realizar un recojo de saberes previos del tema mediante la discusión.
    • Dialogar las ideas como grupo para una construcción de un conocimiento compartido, mediante la limitación de la información según la actividad propuesta.
    • Buscar información de manera cooperativa para un conocimiento nuevo.
    • Sustentar la información encontrada relacionándolo con el recojo de los saberes previos anteriormente.
    • Reflexionar como grupo para la concretización final de la actividad.

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  3. Compañera Lourdes, muy bonito el tema que presentas. Considero que para que los niños logren un aprendizaje cooperativo, estos deben ser dinámicos y entretenidos para ellos, con actividades que no los abrumen, sino que hagan que estén en el aquí y ahora. Como docentes debemos tener buenas herramientas y formas pedagógicas ideales para lograr nuestros objetivos y que estos sean cooperativos desde nosotros para con ellos.

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  4. Desde mi experiencia todo trabajo cooperativo debe iniciar con una motivación que sea sostenida a lo largo de la sesión de aprendizaje, establecer roles a cada miembro, pues eso ayudará a encaminar su labor y sí es muy importante la formación de grupos en base a ciertos parámetros tal como lo señalas, yo lo he hecho muchas veces y bien llevado favorece el andamiaje entre los estudiantes, sin deslindar nuestra labor como docentes de facilitadores del aprendizaje. En resumen, si orientas y dejas las normas claras desde un inicio, los alumnos luego pueden caminar solos sin mayores dificultades.
    Con esta nueva coyuntura y en vísperas al retorno de las clases presenciales tomemos en cuenta estos alcances que potencializarán nuestro trabajo en el aula. Gracias por sus aportes. Profesora María Isabel Achancaray

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